domingo, 7 de marzo de 2010

La crisis empuja a las amas de casa mayores de 50 años a buscar trabajo


La crisis empuja a las amas de casa mayores de 50 años a buscar trabajo

Todas son españolas y la mayoría tienen poco éxito en su búsqueda laboral · La economía sumergida suele ser el único hueco que encuentran · En 2009, con respecto a 2008, se perdieron 6.000 empleos femeninos

Leonor García / Málaga | Actualizado 07.03.2010 - 01:00

Una mujer limpia los cristales de su casa.

La crisis está abriendo una brecha en los roles tradicionales. Miles de hombres se quedan en casa porque están en paro y muchísimas mujeres que hasta ahora no trabajaban buscan un empleo para tirar adelante de la economía familiar. Pero los cambios no acaban de cuajar. Ellas tienen poco éxito a la hora de insertarse en el mercado laboral y ellos, aunque estén en el hogar, no terminan de asumir labores tradicionalmente relegadas a la mujer.

El responsable del gabinete técnico de CCOO, Antonio Turmo, afirma que hay casos puntuales de sustitución de roles, pero no cree que sea un cambio general. Lo que sí confirma es que hay más mujeres demandando empleo, que muchas pasan de los 50 años, que son todas españolas y que tienen poco éxito en su búsqueda. "Se apuntan [al SAE] para estar paradas", sintetiza.

Un informe de la Fundación Adecco apunta que prácticamente la totalidad de las nuevas trabajadoras en búsqueda de empleo son amas de casa. El panorama que traza el estudio es bastante crudo: "A pesar de que ninguna de estas mujeres consiguieron un empleo en 2009, ya que en este año sólo se han destruido puestos de trabajo, las mujeres no cejan en su empeño y cada vez son más las que se incorporan al mercado para conseguir un trabajo".

Turmo detalla que en 2009, con respecto al año anterior, en la provincia se perdieron unos 46.000 empleos; alrededor de 40.000 masculinos y unos 6.000 femeninos. Además matiza que mientras el 90% de los varones parados están desempleados porque han perdido el empleo, en el caso de las mujeres la mayor parte de las paradas no lo son porque hayan perdido el trabajo sino porque se incorporan como demandantes. Y sintetiza el fenómeno social que se está produciendo: "Por un lado, el paro golpea más a los hombres y por otro aumenta la incorporación de la mujer al mercado laboral, aunque con poco éxito".

La responsable de la secretaría de la Mujer de CCOO, Carmen Martín, reconoce que se ha perdido más empleo masculino, pero insiste en que el mercado laboral se ensaña con las féminas. Porque la media de paro en 2009 entre las mujeres fue mayor que entre los hombres y porque hay menos trabajadoras que trabajadores. Una realidad en la que además hay que tener en cuenta que la tasa de actividad femenina (49%) es inferior a la masculina (67%). "En síntesis, hay más mujeres en paro y hay menos mujeres trabajando y eso que son menos en la población activa", resume.

Martín también cree que las familias en las que se han invertido los papeles tradicionales son de momento puntuales. "La subida de demandantes de empleo mujeres no es tan espectacular", insiste. La demanda laboral femenina viene desde hace años, aunque sí ha repuntado debido a la crisis.

Desde la secretaría de la Mujer del sindicato también se señala que mientras en 2008 y principios de 2009 el aumento del desempleo fue sobre todo de varones porque los sectores en los que se cebó están muy masculinizados -como la construcción y la automoción- a partir de entonces creció la expulsión de mujeres del mercado laboral ya que el paro empezó a subir en el sector servicios en donde hay más trabajadoras, sobre todo en hostelería y comercio.

A la hora de insertarse en la vida laboral, la edad juega en contra. Pasando los 50 es muy difícil. Pero nuevamente aquí las mujeres lo tienen más negro. Si a partir de esa edad los hombres tardan una media de dos años para conseguir un empleo, entre las féminas la demora es del doble, cuatro años. Por eso, es que las amas de casa de cierta edad tienen poco éxito en su búsqueda laboral. Y como mucho, si lo consiguen es un trabajo en precario o en la economía sumergida, no en el mercado reglado, apunta Martín.

Su opinión es que aunque la crisis haya empujado a miles de mujeres a buscar un empleo y algunas pocas lo logren, los roles tradicionales no acaban de romperse. De hecho, destaca que la gran mayoría de las familias en las que la mujer trabaja no hay una corresponsabilidad del varón en las tareas domésticas. "¿Porque el hombre esté en paro va a cambiar la situación? Mi opinión es que aunque ellos estén en paro siguen sin implicarse lo suficiente en el hogar", insiste. Pese a esta queja, cree que hay que ver el panorama en positivo y aprovechar la coyuntura para avanzar en el cambio de roles y en la corresponsabilidad en lo doméstico. Y reivindica: "Hay que aprovechar la coyuntura para dar un salto y crecer en igualdad".