miércoles, 31 de diciembre de 2008
martes, 30 de diciembre de 2008
Desmontando los tópicos de Gaza
Jóvenes palestinos lanzan piedras a soldados israelíes en Hebrón en protesta por los bombardeos. (Foto: EFE)
Desmontando los tópicos de Gaza
- Algunas ideas erróneas que se repiten: Hamas tomó el poder por la fuerza
- El bloqueo económico fue impuesto tras el 'golpe de Estado' de Hamas
- La culpa de la ofensiva es de Hamas por seguir lanzando cohetes
- Israel se defiende de la ofensiva palestina
- Se trata de un ataque contra la infraestructura terrorista de Hamas
BEIRUT.- Ver la cobertura de los acontecimientos en Gaza en los canales de televisión árabes y en los occidentales es como asomarse a dos mundos diferentes. Influidos por la corriente de opinión promovida por la Administración de Washington, próxima a Israel, los medios europeos y estadounidenses han asumido medias verdades como hechos, ignorando la situación global en la Franja y muchos de los recientes acontecimientos políticos imprescindibles para comprender qué está ocurriendo.
Para entender el masivo movimiento de solidaridad que se está viviendo en los países musulmanes hacia Gaza es necesario contextualizar los hechos y desmontar algunos de los tópicos. Estos son algunos ejemplos.
- Hamas tomó el poder por la fuerza en 2007.
En realidad, el Movimiento de Resistencia Islámica accedió al poder en enero de 2006 tras obtener el respaldo del 65% de los palestinos en las elecciones celebradas entonces, en una victoria masiva que sorprendió dentro y fuera de los territorios ocupados.
La supervisión internacional reveló que no se habían producido irregularidades, pero el Cuarteto (EEUU, la UE, Rusia y la ONU) congeló sus ayudas para los palestinos con el pretendido objetivo de obligar a Hamas a renunciar a la violencia y debilitar al grupo.
Por su parte, Israel comenzó una dura estrategia de aislamiento que comenzó con la retención de los fondos que cobra en nombre de las autoridades palestinas en concepto de aduanas, unos 40 millones de euros vitales para la supervivencia de los territorios.
Además, soldados israelíes arrestaron a la mayor parte de los diputados islamistas en Cisjordania y Jerusalén Este inhabilitando el Parlamento palestino, que quedó sin 'quórum' para trabajar.
La histórica confrontación entre la facción Al Fatah, derrotada en las urnas, y Hamas se agravó más que nunca, pero una sutil intervención internacional logró que pasara de las palabras a las armas.
Según una investigación de la revista 'Vanity Fair' apoyada en documentos confidenciales autentificados por fuentes norteamericanas, "hubo una iniciativa encubierta aprobada por Bush e implantada por la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el viceconsejero de Seguridad Nacional, Elliott Abrams, para provocar una guerra civil palestina.
El plan fue apoyar las fuerzas dirigidas por [Mohamed] Dahlan [líder de Al Fatah] y dotarlas con nuevo armamento suministrado a petición norteamericana para dar a Fatah la fuerza necesaria para eliminar del poder al Gobierno democráticamente electo de Hamas" Es decir, Washington promovió un conflicto civil interpalestino para acabar con los islamistas.
Así, Abu Mazen se negó a entregar el control de las fuerzas de Seguridad a Hamas, que organizó sus propias fuerzas. Los choques aislados entre ambas facciones se sucedieron durante casi un año y medio, hasta que en junio de 2007 derivaron en una corta guerra intestina.
A los islamistas les bastaron pocos días para expulsar a Al Fatah. Abu Mazen disolvió el Gobierno electo de Hamas para nombrar otro Ejecutivo, tachado de ilegal por algunos expertos palestinos que también criticaron duramente la actuación de Hamas, y dividiendo 'de facto' los dos territorios palestinos.
- El bloqueo fue impuesto tras el 'golpe de Estado' de Hamas.
El bloqueo comenzó días después de que los islamistas llegaran al Gobierno, pese a las denuncias de las organizaciones humanitarias que advirtieron de que sin las ayudas internacionales los territorios estaban abocados a una crisis humanitaria.
Pocos meses después de la victoria electoral las ONG advirtieron de la escasez de medicinas en los hospitales y avisaron del riesgo de enfermedades infecciosas. Lo peor estaría por llegar. Primero fue la respuesta israelí a la captura del soldado Guilad Shalit, que castigó duramente la Franja.
Un año después, tras los combates interpalestinos, Tel Aviv declaró Gaza entidad enemiga, permitiendo la entrada de apenas 19 productos básicos de los 3.500 que entraban antes.
Desde entonces, la primera crisis humanitaria creada expresamente por Occidente ha empobrecido a la población hasta límites insospechados. Si en 2007, un millón de personas en Gaza (donde habitan 1,5 millones de palestinos) sobrevivía gracias a las ayudas de la ONU, hoy se calcula que 1,2 millones comen gracias a Naciones Unidas, que ha dejado de recibir alimentos básicos por el cierre israelí. Hoy en día, los habitantes de Gaza tienen serias dificultades para encontrar pan.
- La culpa de la ofensiva es de Hamas por seguir lanzando cohetes.
El pasado día 19 de diciembre, Hamas dio por finalizada una tregua unilateral de seis meses en la que los islamistas no lanzaron su artillería casera salvo en respuesta a bombardeos israelíes, sin causar muertos. A cambio, exigían que Tel Aviv aliviara el cerco permitiendo la entrada de productos básicos y de combustible, algo que nunca ocurrió.
En esos meses la situación humanitaria se fue deteriorando en la Franja, hasta el punto de que los israelíes prohibieron el paso de ayuda de Naciones Unidas e incluso combustible para que las agencias de la ONU pudieran asistir a la población.
"¿En qué otro lugar padece la ONU un embargo? ¿Dónde se somete la ayuda alimentaria a tan severas restricciones?", se interrogaba el director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, John Ging.
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció que "el bloqueo es una violación de las leyes internacionales y humanitarias".
El relator especial de la ONU para los territorios palestinos, el profesor judío estadounidense Richard Falk, exigió a principios de diciembre un "esfuerzo urgente [...] para aplicar las normas que protegen a la población civil palestina de las políticas de castigo que suponen un crimen contra la humanidad". Falk, que calificó el bloqueo contra Gaza de "continuada, flagrante y masiva de la ley humanitaria internacional", fue expulsado por Israel cuando intentó regresar a los territorios para terminar el informe que debe presentar ante la ONU en marzo.
- Israel se defiende de la ofensiva palestina.
Es cierto que las facciones armadas palestinas lanzan sus cohetes contra el sur de Israel, al igual que es cierto que Tel Aviv acomete ofensivas aéreas contra la Franja en lo que califica de "asesinatos selectivos" que por lo general suelen ocasionar víctimas civiles. La cuestión está en qué tipo de daño hacen unos y otros.
Según datos del Ministerio de Defensa israelí, la ONG The Israeli Project calcula que 23 israelíes han muerto entre principios de 2001 y el verano de 2008 a causa de los proyectiles palestinos. Según el Centro Palestino para los Derechos Humanos, en ese periodo 3.800 palestinos han muerto por ataques israelíes, de los cuales casi 850 son niños.
Por otro lado, el Gobierno israelí invierte fuertes sumas en la seguridad de su población asentada en las proximidades de Gaza, mientras que los palestinos carecen no sólo de búnqueres, sino de medicinas, agua o suministro eléctrico.
- Se trata de un ataque contra la infraestructura terrorista de Hamas.
Mezquitas, el canal de televisión de Hamas (Al Aqsa TV), la Universidad Islámica de Gaza. Varios edificios civiles han sido atacados en la actual ofensiva de Tel Aviv, además de centros políticos y militares.
El problema es que cualquier ataque contra un objetivo, incluso militar, en Gaza arrastra a numerosos civiles dado que la Franja es uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo.
La mayoría de las víctimas han sido oficiales de la policía palestina afiliada a Hamas, entre ellos su máximo responsable, nombrado por Al Fatah, lo cual lleva a Israel a afirmar que las bajas son militares.
Sin embargo, según la IV Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra, los funcionarios (incluidos los oficiales de policía) son considerados civiles en los conflictos y no combatientes, por lo que los grupos de Derechos Humanos denuncian una masacre.
Mónica G. Prieto fue corresponsal para Israel y los territorios palestinos entre 2005 y 2007, y vivió en Gaza la victoria electoral de Hamas, las consecuencias del bloqueo y la situación tras la guerra civil palestina.
lunes, 29 de diciembre de 2008
Los malagueños que siguen sin empleo tras dos años cobrando el paro se multiplican
viernes, 26 de diciembre de 2008
Trabajadores de Los Monteros prevén huelga indefinida a partir del día 7 para reclamar sus salarios y readmisión
marbella
jueves, 25 de diciembre de 2008
FELIZ NAVIDAD, FELIZ AÑO, FELIZ MUNDO NUEVO
FELIZ NAVIDAD
«Y la Palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros;
y hemos visto su gloria,
la gloria del Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.» (Juan 1, 14)
EL MEJOR REGALO
PARA EL MUNDO OBRERO
Y DEL TRABAJO
FELIZ NAVIDAD,
FELIZ AÑO,
FELIZ MUNDO NUEVO
HOAC DE MÁLAGA
viernes, 19 de diciembre de 2008
El riesgo de ir y volver al trabajo
martes, 9 de diciembre de 2008
Para saber dónde está el dinero de los bancos,de Juan Torres
Para saber dónde está el dinero de los bancos |
En un texto muy claro, el periodista Miguel Roig explica lo que hacen los bancos con el dinero que reciben de los bancos centrales. Lo transcribo a continuación y recomiendo visitar a menudo su blog que está aquí: "Señor banquero, devuélvame el dinero. Por ahora es lo único que quiero..." Esto cantaba Andrés Calamaro, en Alta Suciedad (del disco Alta Suciedad. 1997.). Y aunque tampoco es cuestión de amenazar a los bancos con plantarse en su sucursal y sacar todo el dinero de sus cuentas, sí estaría bien que las entidades comenzaran a reactivar el préstamo a hogares y empresas. Al menos para justificar los billones de euros que los contribuyentes de todo el mundo se están jugando para salvar el sistema financiero. El Banco Central Europeo ha dado barra libre a los bancos. Cada semana y una vez al mes, las entidades pueden ir al BCE y pedir un préstamo por la cantidad que quieran. La que quieran. En dólares o en euros. Y a un tipo de interés por debajo del precio real de mercado. Los bancos, a cambio, solamente tienen que depositar activos que respalden ese préstamo. ¿Qué clase de activos? Para que se hagan una idea de la flexibilidad del asunto, el BCE acepta activos con ráting crediticio BBB-, a solo un escalón del bono basura. Además, los bancos tienen la capacidad de emitir deuda con aval público a precios más que razonables, y tienen el respaldo explícito de los Estados de que no se va a dejar quebrar a ninguna entidad que pueda suponer un riesgo para el sistema (y en una situación tan frágil como la actual, todas son sistémicas). Pero los bancos no prestan. Ni entre ellos, ni a hogares y empresas. Y si lo hacen, lo hacen en peores condiciones. ¿Pero dónde está toda la liquidez que reciben las entidades de los bancos centrales? Pues pásmense. El dinero que el BCE presta a los bancos, los bancos lo depositan de nuevo en el BCE, concretamente en la facilidad de depósito que la institución creó para que las entidades depositaran excesos puntuales e inesperados de efectivo. Esa facilidad se creó como un mecanismo de emergencia, no un destino permanente de la liquidez que los bancos reciben del BCE. Y es precisamente en eso en lo que se ha convertido, en el cofre donde las entidades amontonan la liquidez. Observen el siguiente gráfico. Muestra la cantidad de dinero que los bancos de la eurozona tienen depositado en la facilidad de depósito. Va desde el 1 de enero de 2008 hasta el 28 de noviembre de 2008. El pico, casi 300.000 millones de euros, se alcanzó en la primera semana de octubre, con el sistema financiero al borde del colapso. Luego cayó, porque el saldo vivo de los préstamos disminuyó en cerca de 100.000 millones. Pero ya ha vuelto a superar los 200.000 millones de euros. Antes de la crisis, apenas había un par de decenas de millones de euros al día...
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LOS PEQUEÑOS
LOS PEQUEÑOS
viernes, 5 de diciembre de 2008
La felicidad es contagiosa
- Rodearse de amigos felices aumenta un 9% las probabilidades de sentirse satisfechos
En la película 'Pleasantville', también se contagiaba la felicidad (Foto: AP | Ralph Nelson)
MADRID.- ¿Quién no se ha sentido alguna vez contagiado por la felicidad de un amigo, un padre, un hermano? ¿Quién no se alegra por el júbilo ajeno? ¿Y no parece acaso que las penas vienen todas juntas entre conocidos y allegados? Un estudio que combina la epidemiología y la sociología sugiere que la felicidad es contagiosa, y que las personas con amigos dichosos son más proclives a sentir la felicidad en sus propias carnes.
Para darle base científica a una idea que muchos ya mascaban, investigadores de las universidades de California y San Diego (ambas en EEUU), han utilizado los datos de una de las investigaciones más famosas de la historia de la medicina, el estudio Framingham. Desde 1948, 5.209 ciudadanos de la localidad estadounidense del mismo nombre (y ahora, además, sus hijos y nietos) se someten periódicamente a estudios y análisis para conocer su estado de salud.
Sus conclusiones se han publicado en la revista 'British Medical Journal' (BMJ) y pueden tener implicaciones sanitarias: "Lo más importante es el reconocimiento de que las personas son seres sociales y el bienestar y la salud de un individuo afecta a la de quienes le rodean".
Los autores seleccionaron a 5.124 individuos (a los que se denominó 'egos') y a varios de sus conocidos ('alter'): padres, hermanos, pareja, hijos, vecinos, compañeros de trabajo, amigos (y también amigos de amigos). En total, más de 12.000 individuos que estaban conectados entre sí de alguna manera en la localidad de Framingham entre los años 1971 y 2003, y que constituían entre ellos alrededor de 53.200 vínculos sociales.
Amistades positivas
Para definir la 'felicidad', James Fowler y Nicholas Christakis utilizaron una escala de valores, en la que los participantes tenían que responder a varias cuestiones sobre sus sentimientos en las últimas semanas: "Me siento esperanzado con el futuro", "me siento feliz", "disfruto de la vida", "siento que soy tan bueno como otras personas"... Como muchos de los 'alter' también estaban incluidos en el estudio Framingham no fue difícil obtener sus sensaciones y establecer cómo se distribuía este sentimiento a través de las redes sociales.
Sus análisis demostraron que las personas felices suelen estar vinculadas entre sí (lo mismo que las desdichadas). Una persona tiene un 15% más de probabilidades de sentirse ufana si está conectada con un 'alter' feliz; aunque a medida que la relación se va distanciando (amigos de amigos, vecinos, compañeros de trabajo...) estos porcentajes se van reduciendo al 9,8% o incluso al 5,6% en el caso de conocidos de 'tercera línea' (amigos de amigos de amigos, por ejemplo).
Además, se atreven a decir que hay individuos que viven en el centro mismo de la dicha, mientras que las personas que ocupan la periferia de las relaciones sociales se sienten menos satisfechas. Así, los individuos que son el centro de muchas relaciones tienen más probabilidades de seguir siendo felices en el futuro.
La investigación subraya que la felicidad de cada 'alter' influye directamente en las emociones del 'ego': tener amigos alegres incrementa un 9% las probabilidades de ser feliz en el futuro o convivir con una pareja dichosa equivale a un 8% de felicidad; y, al contrario, rodearse de pesimistas reduce un 7% las emociones positivas.
Los autores, además, sugieren que en el contagio de la felicidad las distancias cuentan. Por ejemplo, vivir a menos de 1,6 kilómetros de distancia de un hermano optimista aumenta un 14% la dosis de felicidad personal, mientras que si residen más alejados, los sentimientos fraternales no parecen tener efecto. Si quien vive a menos de 0,8 kilómetros es un amigo, su dicha incrementa un 42% las probabilidades de felicidad del 'ego'.
Este análisis de la transmisión de sentimientos señala también que las personas del mismo sexo se contagian la felicidad con más facilidad que los contrarios. Quizás por eso, sugieren, el bienestar de amigos o vecinos puede influir más que el de la pareja (en la muestra eran todas heterosexuales).
Influye en la salud
Como ellos mismos subrayan, la felicidad está relacionada con factores tan diversos como la calidad de vida, la satisfacción en el trabajo, las buenas relaciones sociales y familiares... "Y como tal, no es extraño que se vea mermada cuando alguien está enfermo o que la depresión y la ansiedad influyan negativamente en algunas patologías".
En un comentario que publica en la misma revista Andrew Steptoe, de la Fundación Británica del Corazón, reconoce que, a pesar de las pegas metodológicas que se le puedan poner, "el trabajo desata la intrigante hipótesis de que algunos condicionantes psicosociales se pueden transmitir a través de las conexiones sociales. Y esto tiene importantes implicaciones para el diseño de intervenciones eficaces".
Steptoe recuerda que hasta la fecha se ha demostrado que los individuos más felices tienen niveles más bajos de cortisol durante todo el día (relacionado con menos estrés o ansiedad), una respuesta inflamatoria atenuada y una mejor salud cardiovascular.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Nueva muerte en el trabajo en Andalucía
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lunes, 1 de diciembre de 2008
«La sociedad debe buscar alternativas a la prisión»
Martín Gómez: «La sociedad debe buscar alternativas a la prisión»
El sacerdote Ángel Martín asegura que la mayor parte de los internos delinque por sus problemas con las drogas y solicita a la ciudadanía que apoye activamente la rehabilitación de los presos
JOSÉ ANTONIO SAU. MÁLAGA Ángel Luis Martín Gómez es un hombre sencillo y afable. Su aspecto no delata que se trata del capellán de la prisión de Alhaurín de la Torre. Pero al escuchar sus reflexiones acerca de una realidad tan dura como la penitenciaria algo se enciende en el interlocutor. Aboga por que la sociedad civil se implique aún más en la reinserción de la población reclusa, apuesta por convertir a los penales en centros de diálogo interreligioso siguiendo la doctrina social del Concilio Vaticano II y solicita que el preso sea tratado como lo que es: una persona que ha sufrido un paréntesis en su vida normal. Aborda también el espinoso asunto de la droga y su tratamiento en un centro penitenciario. El 75% de los reclusos tiene problemas con diversas sustancias. Es ahí, en su opinión, donde debe hacerse el mayor esfuerzo. Es también sacerdote de las parroquias de Jesús Obrero y San Pío X, en el distrito de Palma-Palmilla.
-¿Qué intenta transmitir un sacerdote en prisión?
-Nosotros tratamos de evangelizar a esas personas que por el delito que hayan cometido están allí retenidas. Forman parte de una parroquia, de la sociedad, y nosotros les llevamos la buena noticia de que Dios está con ellos y que pueden corregir sus vidas.
-¿Es la figura del arrepentimiento algo habitual en el preso?
- Sí, yo creo que sí. Lo que ocurre es que hay un porcentaje muy alto de gente enganchada a la droga. Si no hay acompañamiento después de la prisión, pues todos esos esquemas se les rompen. Si no van a un centro, si no tienen una familia que les apoye, vuelven a recaer. No es como el que cae en otro delito, como por ejemplo transportar droga; ésos no vuelven a recaer. Normalmente no lo vuelven a hacer, aunque siempre están tentados de ello.
-¿Suelen rehabilitarse en prisión los adictos a la droga?
-Es muy difícil. Deberían derivar muchos más internos a los centros, porque el 75% u 80% de ellos están allí por tráfico y consumo. Entonces, eso es un problema. Incluso yendo a los centros vuelven a recaer.
-Usted es capellán de la prisión desde hace casi una década. ¿Qué ha cambiado en la cárcel en ese periodo?
-Ha mejorado todo lo relativo a cursos, la atención que reciben los presos y la derivación a los centros. Lo que no cambia es la masificación. Ahora esta prisión está mucho más masificada que cuando yo llegué. En esta cárcel, que es de prevención y no de cumplimiento, eso se nota mucho más. La Costa del Sol genera muchos delitos. La mayoría de los malagueños no pueden cumplir aquí sus penas. A ver si ahora con la nueva cárcel, Málaga II, pues se culmina ese objetivo.
-¿Qué le pide el interno a su capellán?
-Pues lo mismo que a un voluntario. Nosotros tenemos un voluntariado de unas 70 personas. Es la Pastoral Penitenciaria. Quieren que estemos a su lado, que demos recados a su familia, que les proporcionemos libros o el Nuevo Testamento. Muchos están deseando vernos allí para tener noticias de la calle, y para celebrar los sacramentos. La Eucaristía la celebramos cada 15 días en los módulos. Durante los periodos más señalados, como Navidad o Semana Santa y la Merced, lo hacemos en el salón de actos. También cuidamos un poco más las catequesis en Adviento y Cuaresma. Pero vamos, lo que nos piden sobre todo es que estemos cerca y también algunos favores, y proporcionarles algunos asuntos que no pueden tramitar los asistentes sociales. Es una labor humanitaria, pero nuestra función fundamental es evangelizadora.
-¿Cómo viven el día a día los reos? ¿Cómo pasan sus primeras horas entre rejas? ¿Cuál es su experiencia?
- El primer choque, al estar entre muros, es difícil. Cuando ya lo superan y tienen amigos se acoplan, lo viven mucho mejor. Otros lo pasan peor, sobre todo en esta cárcel que está masificada. No hay trabajos para todos. Existen cursos o pueden decidir acudir a la escuela e, incluso, a los talleres planificados. Algunos presos están allí jugando todo el día al parchís, a las cartas, y eso es una auténtica pena. Una persona se merece mucho más. Los voluntarios también ayudamos mucho en colaborar en los cursos, a través de talleres, dando clases a los de Secundaria, que no tienen maestros, al igual que ocurre con los que estudian en la Universidad. Les aclaramos dudas. En fin, abarcamos muchos campos.
-¿Es una utopía la reinserción del preso en la sociedad?
-No, no lo es. Existe, pero la sociedad debe poner más medios. Es muy importante la prevención. Yo no colaboro directamente en esa tarea, pero hay un grupo formado con el director del Secretariado Católico de Prisiones, José Antonio Fernández, y otros voluntarios y ex presos, que dan su testimonio y van por los colegios intentando prevenir la entrada en prisión y la caída en la droga. La sociedad debe poner más medios. Faltan trabajos y orientación para los que están fuera. Si eso ocurre, los que están dentro pues siempre llevan ese sambenito. Salen de la sociedad, vuelven después a ella, la sociedad debe preocuparse de la vida de quienes han estado en la cárcel. La prisión es un paréntesis en la vida de cada uno, excepto para los más habituales, aquellos que están enganchados a la droga. Ahí debe haber más coordinación entre los centros, las parroquias y las asociaciones. Hay que colaborar mucho en este sentido. Estas organizaciones deben aportar trabajo a los que salen en tercer grado. Hay que buscar medidas alternativas a la cárcel, en un proyecto en el que colaboren todos. Nosotros hemos fundado ahora en Antequera una asociación Pro Libertad para acoger a inmigrantes y a presos de tercer grado o en permiso. En cualquier caso, mientras la sociedad no se implique en la reinserción ésta no será posible.
-La red asistencial de la Iglesia es muy importante para los que han pasado por la cárcel...
- Sí, en Málaga esa red es muy importante. Tenemos la casa de acogida, que ahora lleva Cáritas. Y hay hogares y residencias. Hay que buscar alternativas a la cárcel para potenciar la reinserción.
-¿Ha cambiado el perfil del preso en una década?
-No mucho la verdad. Hombre, hay delitos nuevos, por ejemplo ahora están la violencia de género y la pederastia. Con estos ilícitos ha aumentado la población de la cárcel. También están los delitos de guante blanco. El que prevalece es el delito que comete el drogadicto, que no es más que un enfermo. Hay que ayudarlo. Pero claro, si la sociedad no busca nuevos medios, nuevas alternativas, y potencia más los centros de rehabilitación, poco se puede hacer. Aunque deberían construir más cárceles, deben hacer al mismo tiempo centros. Habría que propiciar acuerdos entre la Justicia e Instituciones Penitenciarias para que estos internos reciban la ayuda adecuada. Faltan medios materiales y humanos.
-¿Cómo se relaciona usted con las comunidades no católicas?
- Nos llevamos bien sobre todo con los evangélicos. Los testigos de Jehová van más al tú a tú. También nos relacionamos con algún imán. Pero los evangélicos llevan nuestro mismo ritmo. Fuera de prisión se está trabajando mucho por el ecumenismo, por hacer biblias ecuménicas, de las sociedades bíblicas. Ése es el Nuevo Testamento que les facilitamos, de forma que cuenten con una misma traducción. Muchas veces van a las charlas con los evangélicos y luego se quedan en nuestras misas. No hay problema. Debería haber más colaboración. Un organismo interreligioso que coordine todo eso. Después de tantos años del Concilio Vaticano II, tanto fuera como dentro de la prisión existe más colaboración, pero sólo esporádica o puntual. Aunque nadie lo coordine. Habría que evitar esos enfrentamientos entre religiones. Todos somos humanos y tenemos los mismos derechos. Y a nivel religioso pues igual: queremos libertad de credo. La cárcel podría ser un instrumento muy bueno para hacer este experimento de convivencia.
-¿Es importante el papel de la familia del preso en su vuelta al seno de la sociedad civil?
-La familia es fundamental. El preso se arrepiente sobre todo por su familia, por el mal que les ha hecho. En muchas situaciones, la familia no les acoge, sobre todo si el preso ha abusado mucho de ella. Pero vamos, ahí también trabajamos mucho nosotros a través de la mediación.
-¿Hay presos más difíciles que otros de reinsertar?
-Los violadores reciben tratamiento, pero su rehabilitación es muy difícil. Y también es complicado para los enfermos mentales. Sólo hay dos cárceles apropiadas para ellos en España. Las cárceles están llenas de enfermos mentales.
-¿Cómo conviven esos internos con su enfermedad entre los muros de una prisión?
-Es muy difícil, sobre todo para los mentales. La llevan lo mejor posible. Pero una terapia buena entre rejas es complicada. Habría que hacer más centros especializados en el tratamiento de estas dolencias mentales.