lunes, 28 de noviembre de 2011

Los accidentes laborales mortales en las empresas del metal se duplican pese a la caída de número de trabajadores un 10%

 

Los accidentes laborales mortales en las empresas del metal se duplican pese a la caída de número de trabajadores un 10%

En la construcción en lo que va de año se han producido 12 accidentes mortales frente a los 17 registrados en todo 2010

Los accidentes laborales mortales en las empresas del metal se han casi duplicado en Andalucía en lo que va de año 2011, hasta los 11 siniestros mortales, a pesar de la caída en un 10 por ciento en el número de trabajadores en dicha área debido a la crisis económica, según un informe de siniestralidad de los sectores de la construcción, metal, madera y afines, elaborado por

Mca ugt-A.

Según dicho informe, consultado por Europa Press, en las sectores de construcción, metal, madera, cemento, áridos y tejas y ladrillos se han registrado 26 accidentes laborales mortales, frente a los 28 de 2010.

El análisis de datos "arroja, en términos generales, comparando el año 2009 con el 2010 y, sumando leves, graves y mortales, un descenso generalizado, siendo construcción el que ha experimentado mayor reducción de todos los sectores productivos en Andalucía, con un -57,30 por ciento".

La cifra más llamativa la presentan los accidentes mortales, toda vez que el sector de la construcción es aquél que proporciona el mayor número absoluto de muertes a las estadísticas de siniestralidad.

El informe apunta que en la construcción, mientras en el año 2009 se produjo un descenso importante, que en 2010 se está manteniendo, con un leve ascenso respecto al anterior, en lo que va de año 2011 ya se han producido 12 accidentes mortales en el sector de la construcción, frente a los 17 registrados en todo el año 2010.

El sindicato reconoce que "la bajada tan brusca de trabajadores dados de alta en construcción que se ha dado en el año 2009 y que nos sigue afectando, ha disminuido en parte los accidentes mortales, debido sobre todo a la crisis del sector", pero destaca además "en gran medida" la "ardua" labor de los agentes sociales en años anteriores.

Asimismo, el sector del metal no ha sido una excepción a la crisis, la actividad productiva "ha caído en picado" desde el primer trimestre de 2009, de forma que el año 2010, la industria del metal ya comenzó el año en negativo con una caída interanual de la actividad productiva del 2,2 por ciento en el mes de enero, la misma que en diciembre.

En materia de siniestralidad, en lo que va de 2011 se registraron en el metal 11 accidentes mortales en el sector, cinco más que los ocurridos en todo el año 2010, "rompiendo la tendencia a la baja que desde el año 2006 venía produciéndose".

Por último, en cuanto a los sectores de madera y afines, estos "han tenido pocos accidentes mortales en los últimos años" y son sectores en los que los accidentes más comunes no son mortales, debido a las características propias que poseen. No obstante, en áridos y derivados ha lamentado ya la muerte de tres trabajadores.

Analizando los tres sectores —construcción, metal y afines— se destaca que la provincia que han acaparado más accidentes mortales es Almería con siete, seguida de Málaga con cuatro, Cádiz, Córdoba y Jaén con tres cada una de ellas y Granada, Huelva y Sevilla con dos.

En cuanto a la edad de las víctimas de accidente de trabajo mortal en construcción en Andalucía, se observa que las características de nuestro entorno laboral en los últimos años no han variado, por lo que el perfil es el de un adulto, de entre 30 y 60 años de edad, con un contrato de trabajo inferior a un año y que en la mayoría de los casos posee una baja cualificada o trabaja en empresas de menos de 50 trabajadores.

El informe apunta que la franja comprendida entre 40-65 años "es la más perjudicada de los últimos años, son sobre todo personas que llevan muchos años trabajando en construcción con contratos precarios y que no tienen nociones sobre la prevención de riesgos laborales. En ese punto, indica que "los fallecidos en la construcción en lo que va de año tenían todos en torno a los 50 años".

En cuanto al sector del metal, la mayor parte de los accidentes se producen en trabajadores con edades comprendidas entre los 20 y 39 años, situación inversamente proporcional al sector de la construcción, donde el mayor número de los accidentes mortales están comprendidos entre los 40 y 65 años.

El responsable de Salud Laboral de

Mca ugt-A, Juan Carlos Pando, ha apuntado a Europa Press que ante este panorama "no se ha registrado una mejora sustancial de las condiciones de trabajo y aunque hay una leve mejoría, no estamos satisfechos y se deben hacer mejor las cosas para seguir minorando el número de accidentes de trabajo".

Ha recordado que estos sectores —construcción, metal o afines— "son sectores que abarcan mayores índices de siniestralidad y mayor riesgo", por lo que de estos informes se desprende la necesidad de "exigir mayores medidas de seguridad".

Pando ha resaltado la necesidad de que "todos los organismos pongan de su parte, es necesaria más si cabe, la unidad sindical y que todos rememos en el mismo sentido, lo cual facilita mucho la tarea". Para el dirigente sindical, son "fundamentales" las medidas colectivas de protección.

Sobre los efectos de la crisis en la siniestralidad, este portavoz considera que la crisis "ha posibilitado que se reduzcan los ritmos de trabajo, que haya menos presión y cúmulo de horas, como sí ocurría en la época del 'boom' inmobiliario, pero ahora son menos para hacer más, por lo que sin las debidas medidas en prevención de riesgos, y un mayor control en cuanto a las exigencias en materia de prevención, no habremos hecho nada".

En ese sentido, ha lamentado que "la crisis afecta a la seguridad y a la prevención, pues cuando hay crisis se produce un recorte en la empresa en el área de medidas de protección que afectan a los trabajadores; lo sufren los presupuestos de protección y el empresario está tentado en recortar en estas áreas".

Por ello, ve que las consecuencias de la no adopción de las medidas "se trasladarían al conjunto de la sociedad; es decir, se socializarían los costes, ya que la mayoría de los empresarios siguen considerando la seguridad como un coste añadido".

Desde el punto de vista de MCA-UGT, la seguridad "no es un coste sino que debe considerarse como una forma adecuada de producir porque no hay valor económico que deba poner en riesgo la seguridad o la salud de los trabajadores".

martes, 22 de noviembre de 2011

El barco que cubre la línea con Motril intercepta una patera y rescata a veinte inmigrantes

 
 
El barco que cubre la línea con Motril intercepta una patera y rescata a veinte inmigrantes
'Volcán de Timanfaya'. :: SUR
El buque 'Volcán de Timanfaya', que cubre la línea entre Melilla y Motril, interceptó ayer una patera con 20 inmigrantes a bordo a unas 25 millas de la isla de Alborán.
Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Melilla, el barco, de la naviera Armas, avistó la patera poco antes de las 10.00 horas, por lo que dio aviso a Salvamento Marítimo. Los inmigrantes fueron rescatados, pero se desconoce, por ahora, a dónde van a ser llevados, ya que se encontraban entre Melilla y Motril.
De igual modo, efectivos de Salvamento Marítimo localizaron también este jueves una embarcación a 37 millas al sureste del Cabo de Motril ocupada con medio centenar de personas de origen subsahariano, que fueron rescatados por el barco «'Salvamar Hamal'. El dispositivo de búsqueda se activó la pasada madrugada tras recibir un aviso desde Marruecos de la salida de dos pateras.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La patronal agraria de Córdoba sigue pidiendo trabajadores inmigrantes

 

La patronal agraria de Córdoba sigue pidiendo trabajadores inmigrantes

El Gobierno rechaza la solicitud para contratar 2.600 peones extranjeros

MANUEL J. ALBERT - Córdoba - 17/11/2011

Solo en el sector agrícola, los demandantes de empleo en la provincia de Córdoba suman 45.000 personas, según cifras de la Subdelegación del Gobierno. A ellos se les suman más de 3.000 despedidos del sector de la construcción que están dispuestos a probar suerte como peones agrarios. Pero, a pesar de todo, los empresarios agrícolas han vuelto a mirar hacia Rumania. La subdelegación del Gobierno ha respondido a los empresarios agrícolas con un claro no. El Gobierno insiste en que los empresarios deben usar mano de obra local o extranjera residente en España.

El Estado ha limitado la llegada de contingentes extranjeros

En total, según cifras del Gobierno, se han solicitado con la intermediación de las asociaciones agrarias Asaja, Coag y UPA la presencia de unos 2.600 jornaleros extranjeros, muchos procedentes de Rumania, para la campaña de la aceituna y la naranja. Estas recolecciones requieren, en conjunto, la presencia de algo más de 40.000 trabajadores, lo que suponen entre 3 y 4 millones de peonadas.

Oficialmente, detrás de esta petición de brazos extranjeros se encuentra la confianza que los empresarios agrícolas tienen en unos trabajadores que les salvaron los cuartos cuando el boom de la construcción vació de jornaleros los campos. "Llegamos a traer contingentes de hasta 7.000 personas de Rumania cuando aquí nadie quería trabajar en las campañas", recuerda Francisco Garrido, secretario provincial de Coag. "Les pagábamos el viaje y el alojamiento. Y al terminar la campaña, se volvían a su país. La experiencia fue positiva y a pesar de ir reduciéndose el número, los empresarios repitieron", prosigue.

Hasta aquí, la explicación formal que todo empresario da en público. Pero en voz baja, la realidad que se expone es más dura. Y en líneas gruesas se resume en que los trabajadores inmigrantes contratados en origen trabajan más por menos, resignados a no cumplir las condiciones del convenio laboral firmado y a no protestar. "No quiero decir que sea algo generalizado, pero ocurre. Un gran propietario me contó que en la campaña del año pasado contrataba a los rumanos para trabajar ocho horas al día por sólo 20 euros", señala un agricultor que prefiere no dar su nombre. El convenio del campo vigente en Córdoba limita la jornada a seis horas y cuarto (39 semanales) a un precio de 41,19 euros por día.

La negativa del Gobierno a aceptar el número de trabajadores rumanos solicitados, se apoya en una decisión del Ejecutivo tomada el 22 de julio por la que se reactivaban las restricciones a la contratación de obreros de esta nacionalidad, que ya se puso en práctica en 2008. De esta forma, se impide la llegada de contingentes masivos y la contratación se limita a personas individuales con contrato de trabajo o a rumanos que ya estuviesen trabajando antes de esa fecha.

La organización agrícola más fuerte de la provincia, Asaja, afirma que ellos aconsejan a sus asociados que apuesten por la contratación local. "Les pedimos que mantengan esa prevalencia, pero algunos, por circunstancias particulares, piden obreros extranjeros, pero no es algo que ellos prefieran", afirma el presidente de Asaja en la provincia, Ignacio Fernández de Mesa. Esta organización ha tramitado ya la llegada individual de unos 350 trabajadores rumanos.

Otras voces del sector alertan de que la mano de obra que se solicita se limita a hombres, relegándose la contratación de mujeres. A Fernández de Mesa no le consta, pero expertos consultados señalan que es un hecho que viene dándose desde hace varias campañas.